Diariamente, los Cristianos libramos una batalla entre la carne y el espíritu cuanto más tratamos de agradar a Dios, más se intensifica. Con frecuencia experimentamos un gran dolor ante esta realidad y una y otra vez pensamos que deberíamos hacer un mayor esfuerzo, pero que bueno es cuando escuchamos la voz de Dios quien siempre esta al pendiente de nosotros, brindándonos su tierno cuidado y nos recuerda que el esfuerzo personal no es la respuesta.
Debemos cultivar el fruto Del Espíritu que se produce cuando nos rendimos a Dios y le permitimos que obre en nosotros, mientras avanzamos a través de las circunstancias y tropiezos que nos trae cada día.
Hoy yo te invito a estudiar, cultivar y poner en practica el fruto del Espíritu y así vivir a la manera de Dios. No importa tu lucha o debilidad, encontrarás la respuesta. Gálatas 5:22-23
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