
Pero la curación más profunda no consiste en que volvamos a caminar, o en que la depresión no vuelva a surgir, o en que perdonemos a nuestros padres. Cuando Cristo envía a los diez leprosos con los sacerdotes, los diez están físicamente curados, pero sólo el samaritano regresa con la curación más profunda, para alabar y agradecer a Dios (Lucas 17:18 -19)
La curación no es levantar un pie que nunca se había movido, o aliviar una depresión de diez años, sino elevar nuestras mentes y corazones a Dios. No estamos curados a menos que amemos más a Cristo y El ame a través de nosotros. Estamos en la última etapa, la de la aceptación, sólo si tenemos un corazón agradecido que damos a Cristo, para que con amor llegue a aquellos a quienes nosotros nos acercamos.
La respuesta a la pregunta ¿he sido sanado?, es esta otra pregunta: ¿estoy saliendo de mí, como, Cristo, para sanar?."
Matthew linn & Dennis Linn. Sanando las Heridas de la Vida. pág. 201-202
Matthew linn & Dennis Linn. Sanando las Heridas de la Vida. pág. 201-202
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