“¿Cuánto tiempo esperará Dios?”

Por Charles Stanley
Ayer vimos que el Espíritu Santo tiene un papel esencial en la salvación. Antes de que una persona pueda rendirse a Jesús, tiene que ser dirigida por el Espíritu (Juan 6:44). Dios comúnmente está en actividad en la vida de alguien, muchos antes de que esa persona sea salva.
El pasaje de hoy enseña que Dios espera pacientemente que vengamos a la fe. El Señor es de veras “paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento” (2 Pedro 3:9). Sin embargo, tenemos que entender que Dios, en algún momento, dejará de buscar al incrédulo, y permitirá que siga en su camino pecaminoso. Por ejemplo, Faraón endureció su corazón cuando Moisés le pidió la libertad de los israelitas (Éxodo 8:15, 32; 9:34). Al final, Dios endureció el corazón de Faraón (14:17), lo que significa que dejó que el impío gobernante hiciera su propia voluntad.
No sabemos cuándo o por qué el Señor decide dejar de actuar en la vida de alguien. A veces, Él está activo hasta el final, hay historias de personas que recibieron al Señor en su lecho de muerte. En esos casos, el Espíritu Santo estuvo a todas luces en acción hasta sus momentos finales. Pero otras personas siguen rechazando a Cristo, o postergan el pensar en la salvación. Al final, Dios puede permitir que se insensibilicen, y por eso no verán su necesidad de Jesús. Seguir rechazando al Señor es peligroso.
Si usted no es creyente, pero tiene interés en las cosas espirituales, su corazón todavía es dócil y el Señor está en acción en su vida. No postergue la decisión de seguir a Cristo. Usted no sabe cuándo podrá Dios dejar de llamarle. Lo más prudente que puede hacer es seguirle a Cristo hoy.

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